Según la funcionaria, el estudio, que tenía como objetivo esclarecer la propagación de la enfermedad entre el entorno cercano de pacientes con el COVID-19, abarcó a unas 335.000 personas que estuvieron en contacto con casi 107.000 infectados.
"Las observaciones mostraron que el porcentaje de quienes se infectan de pacientes asintomáticos es ligeramente mayor que el de infectados de personas en estado grave. De este modo, el 22% de las personas se enfermó al contactar con familiares asintomáticos; el 20%, tras el contacto con pacientes leves; el 14% se contagió de pacientes de mediana gravedad y el 15%, de pacientes graves", comunicó Rákova.
Subrayó que "por lo tanto, la probabilidad de infectarse no está relacionada con la gravedad del estado del paciente".
La vicealcaldesa también subrayó que los contagiados de pacientes asintomáticos con mayor frecuencia tampoco presentan síntomas de la enfermedad.
"Si una persona ha pasado la infección de forma asintomática, aproximadamente el 75% de sus contactos también puede no presentar síntomas. A su vez, entre las personas que contrajeron el coronavirus de un paciente grave, solo el 45% puede pasar la enfermedad de forma asintomática", explicó.