El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, informó que los cancilleres de la UE reunidos en Bruselas el 13 de julio apoyaron la propuesta de instar a Turquía a que revise y anule la decisión de reanudar el oficio religioso musulmán en la catedral de Santa Sofía de Estambul.
"Rechazamos las críticas de la UE. Es un tema vinculado con nuestra soberanía. Vamos a conservar la Ayia Sofía, igual que lo hacían nuestros antepasados. Allí se celebrarán los "namaz" (rezo y lectura de los versos del Corán), pero también se permitirá el acceso a los visitantes. En España hay mezquitas transformadas en iglesias, (y por eso) ¿debemos condenarlo y exigir que se reconviertan en mezquitas?", dijo Cavusoglu a los periodistas en Ankara.
El 10 de julio, el Consejo de Estado de Turquía, tribunal administrativo supremo del país, anuló una decisión de 1934 que convertía Santa Sofía en un museo; el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, inmediatamente después anunció que firmó un decreto sobre la transformación de esta basílica cristiana en una mezquita y que el oficio religioso musulmán empezará allí el 24 de julio.
Durante más de 1.000 años fue el templo más grande de la Cristiandad, pero, después de la toma de Constantinopla por los otomanos y la caída del Imperio bizantino en 1453, la basílica se convirtió en una mezquita.
En 1934, el fundador del Estado turco moderno, Mustafá Kemal Ataturk, firmó un decreto para convertir la basílica en un museo, que se inauguró al año siguiente. En 1985, el templo fue incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco.
