"Estamos entusiasmados por abrir las puertas a nuestros invitados, a quienes extrañamos mucho desde mediados de marzo, cuando tuvimos que cerrar debido a la pandemia de COVID-19", dijo Perekrióstov.
Perekrióstov señaló que la parte central del estado de Nueva York, donde está ubicado el museo, se encuentra en la Fase 4 de la reapertura del estado, que incluye la apertura de instituciones culturales y museos al público.
Los visitantes ahora pueden ver la exposición "Revelando lo divino: tesoros del arte sacro ruso", que presenta artefactos, objetos eclesiásticos desde el siglo XVII hasta la actualidad, incluidos iconos, vestimentas, libros, artículos de devoción de la Rusia imperial, el período soviético y el arte creado por migrantes rusos.
"Estamos felices de presentar objetos de arte no solo de nuestra propia colección, sino también de 12 colecciones privadas del noreste (..) Muchos de estos artículos nunca antes se habían exhibido, incluso aquellos que estaban en nuestra colección. Algunos no estaban en condiciones de exhibirse y tuvieron que ser restaurados", dijo Perekrióstov.
"Hemos lanzado algo llamado la serie de conferencias en línea del segundo sábado. La primera conferencia contó con más de 100 inscriptos de Estados Unidos, Canadá, Rusia, Reino Unido, Arabia Saudita, Namibia, Nueva Zelanda y otros países (...) Estamos muy contentos de haber podido llegar a esta audiencia porque, creo, sin una pandemia nos estaríamos enfocando más en el turismo local y teniendo eventos en el lugar aquí en persona. La pandemia nos ha obligado a buscar diferentes formas de compartir nuestra colección presente virtualmente", añadió Perekrióstov.
El Museo de Historia de Rusia se inauguró oficialmente en 1984, pero algunas exhibiciones en el monasterio de la Santísima Trinidad se organizaron en la década de 1960 y se orientaron principalmente a la comunidad de emigrantes rusos y a las personas que visitaron el convento como peregrinos.