"Las exportaciones mexicanas de los bienes sujetos a la investigación del Departamento de Comercio no representan una amenaza de seguridad nacional para los Estados Unidos", dice la carta enviada a esa dependencia federal estadounidense por Aristeo López, representante de la oficina comercial de la secretaría federal de Economía de México en Washington.
EEUU abrió el 11 de mayo de este años 2020 una investigación bajo la llamada Sección 232 de su Ley de Seguridad Nacional sobre sus compras externas de transformadores eléctricos, la gran mayoría (tres de cada cuatro) importados de México, equivalentes a 1.314 millones de dólares en 2019.
El Gobierno de México considera que ambos países deberían centrase en fortalecer sus lazos comerciales en el marco del nuevo Tratado México, EEUU, Canadá (T-MEC) que entró en vigor el 1 de julio pasado, y que fue motivo de una visita del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, a Washington, para reunirse con su homólogo estadounidense el 8 de julio pasado a celebrar la nueva era de libre comercio.
"En cambio, México cree que nuestros dos países deberían centrarse en encontrar formas de fortalecer los lazos comerciales y económicos bilaterales, particularmente ahora que el T-MEC entró en vigor", dice la misiva publicada en diversos medios especializados en economía y finanzas de este país.
Investigación inoportuna
La misiva del agregado comercial en Washington señala que México considera que la investigación del Departamento de Comercio es "contraria a los intereses compartidos" de ambos países.
El T-MEC plantea entre sus objetivos "aumentar el comercio bilateral y mejorar la competitividad económica de la región".
La investigación concierne además a las importaciones estadounidenses de productos con aluminio, en la que México tuvo una participación de 38% el año pasado.
Los otros países proveedores de esa materia prima son Canadá, China, Alemania, Corea del Sur y Austria.
La mencionada ley de seguridad nacional ha sido esgrimida por EEUU para justificar barreras arancelarias unilaterales de corte proteccionista, a favor de su industria de acero y aluminio.
El departamento de Comercio de EEUU comenzó la investigación desde el 11 de mayo pasado, a petición de legisladores y fabricante estadounidenses de acero para productos eléctricos y de transformadores de potencia que utilizan aluminio.
"Por lo tanto, el nuevo acuerdo debería resolver la preocupación subyacente (…), esta situación tendrá un impacto negativo en los consumidores de EEUU", dice la misiva mexicana.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, informó que conversó con el presidente de EEUU, Donald Trump, sobre la disputa diplomática con China y las importaciones de aluminio, entre otros asuntos.
"Esta mañana, hablé con el presidente Donald Trump sobre el nuevo TLCAN (rebautizado T-MEC), las tarifas de aluminio, el (movimiento) Black Lives Matter, y también sobre China y los dos ciudadanos canadienses detenidos", dijo el primer ministro canadiense a periodistas.
La semana pasada, Trudeau advirtió a EEUU respecto a no aplicar impuestos injustos contra las importaciones de aluminio, que solamente afectarían a las empresas estadounidenses.
Trudeau añadió que hizo ver a Trump la importancia de que el T-MEC entre en vigor en un momento en que las tres economías están saliendo de las medidas restrictivas impuestas debido a la pandemia del nuevo coronavirus.
Ambos líderes conversaron también sobre la situación diplomática con China, tras la decisión de Pekín de promulgar una ley de seguridad nacional para Hong Kong, y la detención de dos ciudadanos canadienses acusados de espionaje.
Trudeau dijo además que Canadá y EEUU están conversando respecto a las restricciones en las fronteras, fijadas en un principio hasta el 21 de este mes, y adelantó que habrá más novedades al respecto durante esta semana.