Según el portavoz, el Reino Unido, Alemania y Francia afirman que tratan de mantener los lazos y la interacción con EEUU al nivel más alto y tratan de evitar el fin del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC) sobre el programa nuclear iraní.
"Independientemente de todas las dificultades en la implementación de esta política, estos países no hicieron ningún esfuerzo significativo para mantener el PAIC, y todas las propuestas de los países europeos para eliminar las consecuencias económicas de la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear no han surtido efecto", dijo Kamalvandi en un comunicado.
Por su parte, el embajador de Irán en Rusia, Kazem Jalali, declaró en un comunicado que el incumplimiento de las obligaciones del PAIC por parte de los tres países europeos, junto con las restricciones impuestas después de la retirada de EEUU y las sanciones, complicaron aún más la situación.
El diplomático agregó que al extender el embargo de armas contra Irán, Estados Unidos trata de invalidar otra parte del acuerdo.
"Para escalar la tensión, EEUU dirigió sus acciones provocativas a la parte técnica del PAIC, se hicieron esfuerzos para no extender los beneficios proporcionados para algunos proyectos nucleares pacíficos, y para destruir otra parte de los beneficios previstos por el PAIC", dijo Jalali.
Los signatarios europeos del acuerdo nuclear, pese a sus aspiraciones políticas positivas, aún no han podido demostrar que cumplan con las obligaciones, subrayó.
Según el diplomático, fue activado el mecanismo financiero europeo llamado Instex, pero debido a las pequeñas y limitadas transacciones por la presión de Estados Unidos, no surtió efecto.
En 2015, Irán firmó un pacto nuclear con el Grupo 5+1 (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia más Alemania).
El acuerdo, conocido formalmente como el Plan de Acción Integral Conjunto, estipula que Irán debe reducir su programa nuclear y rebajar sus reservas de uranio a cambio del alivio de las sanciones, incluido el levantamiento del embargo de armas de la ONU cinco años después de que el acuerdo fuera adoptado.
En mayo de 2018, Washington rompió el pacto y empezó a imponer sanciones contra Irán con el argumento de que ese país seguía desarrollando armas nucleares pese a los informes del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que confirmaban que Teherán estaba cumpliendo cabalmente los acuerdos.