Estimular espacios educativos que acerquen al público en general las acciones de cada uno de sus países durante el Holocausto, con el objetivo de identificar las enseñanzas de aquella época de la historia para la región latinoamericana. Bajo esa premisa surgió a principios de junio la Red Latinoamericana para la Enseñanza de la Shoá (Red LAES).
"Quien se ocupa de la tragedia del Holocausto necesita entender elementos históricos para promover reflexión sobre el peligro de la propagación de ideologías que promueven el odio", explicó Reiss, director y curador del Museo del Holocausto de Curitiba, Brasil.
"La Red llega en un momento crucial que vivimos en los últimos tres, cuatro años en todo el mundo, con lo que está pasando con la discriminación, odio, las extremas derechas. Son temas complejos y las soluciones creemos que pasan por la educación", planteó.
En este sentido, el entrevistado enfatizó que en el contexto del Holocausto "los nazis persiguieron y asesinaron a otros grupos por sus características físicas, biológicas, religiosas, étnicas. Millones de crímenes dejaron sus huellas hasta el día de hoy y nos obligan a luchar contra todo tipo de discriminación".
"Para eso sirve hoy un museo del Holocausto: evitar que se produzcan persecuciones en cualquier parte del mundo y contra cualquier persona", dijo.
Los polacos ticos
"90% de la comunidad judía costarricense procede de Polonia, son judíos askenazis. Su gran mayoría llegó previo a la Segunda Guerra Mundial (...) cuando pasó la guerra llegaron los sobrevivientes, alrededor de 200", contó a Sputnik Randall Morales, coordinador del Museo de la Comunidad Judía de Costa.
"Como eran de Polonia, el costarricense los conoció como polacos. En Costa Rica le preguntas a cualquiera qué es un polaco, y nadie te va a decir que es alguien nacido en Polonia, sino alguien que vende de casa en casa", relató.
Hubo una tercera oleada migrante judía hacia el país centroamericano. Fue en la década de 1970, con la particularidad que ya no eran europeos sino latinoamericanos provenientes de Colombia, Venezuela, Argentina, Bolivia, entre otros países.
Morales resaltó este tipo de intercambio y adaptación entre personas en apariencia tan distantes pero en los hechos tan cercanas, al punto que surge una nueva cultura de carácter común.
"Soy historiador y sé que los procesos históricos se dan mucho en cuanto al miedo al otro, a lo desconocido. Entonces lo ataco, lo agredo, lo humillo y por eso el museo ha sido tan importante en el sentido de que ha abierto la mente de muchas personas", indicó Morales sobre la importancia de los museos que integran la red para conocer el pasado y explicar sus consecuencias.
"Sobre todo para jóvenes estudiantes de secundaria que cuando se les explica ya no son tan susceptibles a los prejuicios", ejemplificó.