Se sabe que las estrellas son las hogueras donde se funden todos los elementos de la tabla periódica. En especial, el carbono debe su existencia a la fusión de tres núcleos de helio, pero no hay consenso sobre el tipo de estrella concreto implicado en el proceso. Un nuevo estudio de investigadores internacionales arroja un poco de luz sobre esta incógnita con su análisis de enanas blancas en cúmulos estelares abiertos de la Vía Láctea.
La relación de la masa inicial y final (cuando ya son enanas blancas) de las estrellas es un parámetro clave para los astrónomos para entender el ciclo de vida de las mismas. Normalmente, cuanto más grande es la estrella al nacer, más grande es la enana blanca que se crea al morir, pero estos científicos han detectado una alteración en esa proporción en el caso de las estrellas que han analizado.
"Nuestro estudio interpreta esta alteración en la relación de la masa inicial y final como la firma de la síntesis del carbono generada por estrellas de baja masa en la Vía Láctea", dice la autora principal del estudio, Paola Marigo, de la Universidad de Padua, en Italia.
De esta manera, se puede decir que las enanas blancas que doblan la masa del Sol contribuyen al enriquecimiento galáctico del carbono, mientras que en el caso de las que tienen una equivalente a 1,5 veces la del astro rey, el proceso no se da en cantidad suficiente. Por eso, "ahora sabemos que el carbono surgió de estrellas que tenían al nacer una masa de al menos 1,5 masas solares", dice Marigo.