"Rusia no está interesada en imponer unas restricciones inventadas, no dejar salir a sus ciudadanos, cerrar las fronteras (...) es una cuestión de relaciones bilaterales y la disposición de los países a aceptar a los turistas rusos, los ciudadanos rusos", dijo Matvienko a los medios.
También subrayó que "no es una cuestión política sino de requisitos sanitarios y epidemiológicos debido al coronavirus".
Por su parte, la directora ejecutiva de la Asociación de Operadores Turísticos de Rusia (ATOR, por sus siglas en ruso), Maya Lomidze, a la emisora de radio Govorit Moskva, que la comunicación aérea entre Rusia y los destinos turísticos más populares no se restablecerá antes del fin de septiembre.
"Por el momento, según el escenario más optimista, será a finales de septiembre, en octubre de 2020", sostuvo Lomidze, "de acuerdo con el pronóstico pesimista de la apertura del turismo a los destinos extranjeros más populares, será en diciembre".
La representante de la rama turística rusa señaló que la situación puede cambiar en cualquier momento.
"Ahora entendemos que antes del fin de julio es poco probable que se restablezca la comunicación aérea con algunos destinos turísticos, el 99 por ciento que 'no'", comentó Lomidze.
También puso en duda una posible reanudación de vuelos para el turismo en agosto.
El 27 de marzo Rusia suspendió la comunicación aérea con otros países ante la pandemia del COVID-19, manteniendo solo los vuelos de repatriación, sanitarios y de carga, entre algunos otros.
El Consejo de la Unión Europea elaboró una lista de terceros países con los cuales recomendaba a los miembros de la UE abrir las fronteras a partir del 1 de julio. Rusia no figura entre los países recomendados.
El organismo advirtió que la lista se revisará cada dos semanas y se actualizará en función de la situación epidemiológica.
El 6 de julio el presidente ruso, Vladímir Putin, apuntó a las perspectivas poco claras de la apertura de otros países, en particular los europeos, para los rusos.
