"Los ministros de Hacienda, Desarrollo Social y Secretaría General de la Presidencia llegaron al Congreso Nacional a reunirse con diputados oficialistas de cara a la votación por retiro anticipado del 10% de ahorros de pensiones", informó el canal local 24 horas.
En los últimos días, y contra todos los pronósticos, esta iniciativa consiguió reunir el apoyo de todos los partidos de oposición en bloque, logrando sortear una serie de trámites legislativos hasta llegar al pleno de la Cámara de Diputados donde sería votada el 8 de julio.
Esto desordenó todos los pronósticos del Ejecutivo, que inició una serie de trámites y reuniones para revertir esa situación.
Por una parte, el Gobierno afirma que rescatar dinero del fondo de pensión es "pan para hoy y hambre para mañana", es decir, que la gente tendrá más dinero para enfrentar la crisis, pero sus pensiones durante su vejez bajarán considerablemente.
En el otro lado, los diputados opositores y los díscolos de derecha argumentan que esto es una medida de sólo una vez, y que ayudará de manera significativa a los más necesitados.
Las gestiones urgentes
Piñera, al comprender que muchos diputados derechistas se estarían desalineando, envió a tres ministros a la ciudad de Valparaíso (centro), donde se encuentra el Congreso, a negociar personalmente con cada uno de ellos y convencerlos de rechazar.
Las tratativas fueron particularmente tensas debido a que en las últimas semanas buena parte de la derecha ha manifestado su descontento con la manera en que Sebastián Piñera ha gestionado la crisis e incluso algunos líderes de la Unión Demócrata Independiente (partido de Gobierno, de derecha) iniciaron una campaña pidiendo la renuncia del ministro Blumel, argumentando que carece de liderazgo.
En medio de este clima de tensión y ad portas de la votación en pleno de la Cámara, el Ejecutivo jugó su última carta para revertir la situación.
La oposición en la Cámara Baja tiene 83 parlamentarios; uno de ellos, el diputado independiente Pepe Auth, ya anunció que votará en contra del proyecto, así que la reforma requerirá 11 votos de la derecha para pasar a su siguiente trámite, dejando aún todo en suspenso.