Los altos funcionarios convinieron en "poner en práctica todos los acuerdos alcanzados entre los comandantes de las tropas fronterizas de los dos países y completar lo antes posible la retirada de las tropas de la línea de control", dice el comunicado.
Además, en la conversación telefónica que tuvo lugar el 5 de julio, las partes acordaron evitar que las contradicciones existentes se conviertan en conflictos, respetar todos los acuerdos firmados sobre la cuestión fronteriza y prevenir futuros incidentes que socaven la paz y la tranquilidad en la zona fronteriza.
Según el Ministerio de Exteriores indio, los funcionarios también acordaron continuar las consultas entre militares y diplomáticos para garantizar una restauración completa y duradera de la paz y la tranquilidad en las zonas fronterizas.
Este 6 de julio, el diario The Hindu comunicó, citando a una fuente gubernamental, que los militares de la India y China comenzaron a desmantelar instalaciones temporales en Ladakh y replegaron sus unidades de la línea de control.
China y la India disputan una parte del territorio montañoso del norte de la región de Cachemira, además de unos 60.000 kilómetros cuadrados en el estado de Arunachal Pradesh. La Línea de Control Actual, que separa a los dos países, pasa por la región de Ladakh.
El 15 de junio se produjo un nuevo enfrentamiento que se saldó con 20 muertos y 76 heridos entre los militares indios. Aunque Pekín no reportó bajas tras el encontronazo, fuentes del Ejército indio estiman que al menos 45 soldados chinos murieron o resultaron heridos.
De acuerdo con The Hindu, para resolver la situación, los altos militares de China y la India en la región mantuvieron varias reuniones.
Según el plan adoptado en su última reunión el 30 de junio, las tropas se replegarían primero a todos los "puntos críticos": el Valle de Galwan, en las áreas de Pangong Tso y Hot Springs.
Después, se examinaría la situación en las "zonas profundas", como las llanuras de Depsang, donde China ha acumulado tropas.