"Tuvimos que sacarlo esta mañana para exponer [el problema]", declaró el 4 de junio Remberto Arnez, quien instó a que las autoridades locales se encarguen del cuerpo para enterrarlo.
Aseguran que el hombre llevaba muerto desde hacía siete días, lo que suponía un gran riesgo para sus vecinos.
"Vamos a dejarlo aquí, dejar que [el virus] se propague a todos, a toda la gente. No tenemos otra opción. Los parientes están enfermos en casa, ellas [las autoridades locales] no han venido a hacerles pruebas", añadió Arnez.
En la grabación se puede ver cómo llegan los servicios especiales en trajes protectores para llevarse el cadáver mientras que la hija de la víctima lamenta el hecho de que su padre no hubiese recibido ningún tipo de asistencia antes de morir.
Hasta la fecha, los médicos bolivianos han registrado más de 39.290 contagios con el COVID-19. De esta cifra más de 1.430 personas no han logrado sobrevivir a la pandemia.
