La Consejería de Salud del Gobierno de Cataluña adoptó esta medida después de que en la última semana Lleida registrara un total de 365 casos positivos de COVID-19, según avanzó la televisión pública catalana (TV3).
Se trata de una cifra muy superior a la de los contagios que se produjeron en esta región en plena pandemia durante los meses de marzo y abril.
El recinto cuenta con tres áreas sanitarias y una capacidad de más de un centenar de personas, y está pensado para complementar la atención de urgencias por COVID-19 en el hospital Arnau de Vilanova de Lleida.
Su actividad comenzará cuando sea necesario y podrá operar durante las 24 horas del día para apoyar al hospital, que es el principal centro sanitario de Lleida.
Así lo decidieron las autoridades dado el reciente repunte de infectados en la zona, que amenaza con un colapso del centro si los contagios siguen creciendo.
En declaraciones en la radio pública, la responsable en Cataluña del área de Salud pidió a la población de la zona que se desplace a otros hospitales de la región para aliviar la presión sobre el hospital.
"El volumen de casos en Lleida comienza a ser importante y nos hace pensar en que hemos de actuar", afirmó la consejera de Salud, Alba Vergés.
El Gobierno de Cataluña estudia realizar confinamientos selectivos en algunas zonas de la región si los rebrotes y casos relacionados con estos siguen aumentando en los próximos días.