Según el diplomático, la situación del canal de televisión RT y la agencia Sputnik en Francia sigue siendo extremadamente difícil, porque a pesar de que sus periodistas poseen credenciales y permisos para realizar sus actividades profesionales, se les niega el acceso al Palacio del Elíseo y a otros organismos gubernamentales.
"Los funcionarios franceses continúan aumentando la atmósfera de hostilidad en torno a esos medios y a menudo instan al público a boicotearlos. Al mismo tiempo, las autoridades francesas se basan exclusivamente en rumores, los cuales, por cierto, no han sido confirmados ni una sola vez durante toda la existencia de esos recursos", dijo Lukashévich en una reunión de la OSCE.
El representante de Rusia llamó además a "las autoridades competentes estadounidenses" a investigar los ataques que sufrieron en EEUU los periodistas de medios rusos que cubrían las protestas raciales, así como a castigar a los culpables.
También su colega, la periodista de la agencia Sputnik Nicole Roussell, denunció que fue baleada y herida mientras cubría el 1 de junio las manifestaciones frente a la Casa Blanca, en Washington.
Lukashévich recordó que ambos se encuentran "entre los periodistas afectados por la violencia policial, a pesar de su clara identificación" como representantes del gremio.
"Consideramos absolutamente inaceptable que la policía use materiales especiales, incluidas las balas de goma y los gases lacrimógenos, contra los trabajadores de los medios de comunicación que ejercen su profesión", denunció el diplomático.
Además, varios políticos, incluyendo senadores y congresistas estadounidenses, y el propio presidente de Francia, Emmanuel Macron, acusaron a ambos medios de interferir en las elecciones de EEUU y Francia.
Moscú califica estas acusaciones de totalmente infundadas y destaca la ausencia de pruebas al respecto.