"Guayaquil está prácticamente en un semáforo verde (…) La única manera que nosotros vamos a evitar esos nuevos brotes va a ser justamente acatando estas medidas, siendo responsables, no haciendo esas fiestas", dijo Zevallos, informó el diario El Universo.
Guayaquil comenzó el martes una segunda fase dentro del semáforo amarillo, que tiene que ver con la flexbilización de la cuarentena, que empezó el 20 de mayo de 2020.
El ministro mencionó que en Guayaquil, a pesar de que el nivel de contagio ha bajado, hay que continuar con el distanciamiento social, con el uso constante de las mascarillas, la limpieza de las superficies, el lavado constante de manos y sobre todo evitar las aglomeraciones, fiestas, matrimonios, bautizos.
Según el funcionario, más de un 60% de personas ya se contagió.
Hasta inicios de abril, decenas de cadáveres en Guayaquil permanecían por varios días en sus domicilios a la espera de que las autoridades levantaran los cuerpos; los servicios funerarios también llegaron a colapsar, no solo por la cantidad de muertos sino también por el cierre de algunos ante el temor de que sus empleados se contagiaran.