Cada vez son más los deportes que se incluyen en la grilla de competencia de los Juegos Olímpicos. El skateboarding y el surf son dos ejemplos que iban a debutar en el evento a realizarse este 2020.
Sin embargo, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se pospusieron para 2021, producto de la pandemia de COVID-19, y el Comité Olímpico Internacional advirtió que si la situación pandémica permanece y no pueden celebrarse el próximo año, deberán cancelarse.
Es el caso de League of Legends —conocido como LOL—, un juego de fantasía en el que compiten diversos equipos de cinco integrantes, cuyo campeonato mundial anual es, para muchos, el evento de deportes electrónicos más importante del año.
Fortnite es otro juego cada vez más popular, especialmente entre el público joven, y que también tiene su torneo mundial.
Aunque suele alegarse que algunos videojuegos tienen tendencias que pueden calificarse como violentas, muchos deportes físicos tienen bases que pueden considerarse en los mismos términos, tales como el boxeo o la lucha libre.
Cada uno de los integrantes del equipo cumple una función específica de estrategia y se organizan entre sí para lograr derribar la base central del equipo contrario, lo que puede recordar al modo en que funcionan los arcos de fútbol o las cestas de básquetbol.
Ya sea para aumentar la popularidad de los Juegos Olímpicos entre el público joven, o para aceptar el crecimiento de la modalidad virtual en el mundo de los deportes, ofrecerles a los e-sports un lugar dentro de la competencia puede ser, por lo menos, una opción a considerar.