"Me abstendré de cualquier comentario sobre, como ustedes dijeron, 'la inquietud' y las manifestaciones de la inquietud en Estados Unidos. Es un asunto interno de EEUU y deseamos sinceramente a nuestros colegas estadounidenses y el pueblo estadounidense que se restablezcan la paz y armonía tanto como sea posible", dijo Peskov a la prensa.
La muerte del afroamericano George Floyd bajo custodia policial, en mayo pasado, detonó amplias protestas en EEUU, reavivó las polémicas sobre la discriminación racial y las demandas de retirar los monumentos en honor a la Confederación y demás símbolos del legado esclavista.
Muchas protestas se convirtieron en disturbios con violencia contra la Policía y los civiles, así como en actos de vandalismo, incendio y saqueos.
"En nuestro país también hubo un período en el que demolimos los monumentos, no fue el período más brillante de nuestra historia", apostilló.
La comunidad de compatriotas rusos de EEUU redactó una petición contra los planes de demoler el monumento del gobernante de los asentamientos rusos en América del Norte a finales del siglo XVIII y principios del XIX, Alexandr Baránov.
De acuerdo con la petición, un grupo de residentes de Sitka, en Alaska, propuso anteriormente retirar la estatua de Baránov del centro de la ciudad.
