Las presidenciales bielorrusas están fijadas para el 9 de agosto de 2020, tras la etapa de recogida de firmas, en la carrera presidencial se mantienen siete personas, incluyendo al actual líder, Alexandr Lukashenko, que se presenta a los comicios por sexta vez consecutiva.
"Sí, lo haremos. Hemos solicitado que el Ministerio de Salud exprese su opinión sobre la situación epidemiológica en Bielorrusia, y diga cómo actuar en caso de que los observadores extranjeros acudan a las elecciones. Partiendo de sus datos, formularemos nuestra invitación", dijo el canciller en una rueda de prensa.
Makéi destacó que Minsk no está interesado en que empeoren sus relaciones con otros Estados en el marco de los comicios, y aseguró que si en Bielorrusia se repiten los sucesos de 2010, en el país ya no habrá "un tercer deshielo" en las relaciones con Occidente.
"El restablecimiento de las relaciones favorables con los demás países ocuparía mucho más tiempo que en 2010, y eso no resulta beneficioso ni para la sociedad, ni para el Estado", subrayó el jefe de la diplomacia de Bielorrusia.
La campaña política actual va acompañada de detenciones de algunos partidarios de quienes aspiran a la presidencia.
Según el Ministerio del interior bielorruso, la mayoría de las detenciones están relacionadas con la violación de la legislación nacional referida a eventos masivos, pero las organizaciones de derechos humanos las catalogan como políticamente motivadas.
En los últimos tiempos, las relaciones de Bielorrusia con Occidente mejoraron considerablemente, en parte gracias al papel de Minsk en la solución del conflicto en el este de Ucrania.
La UE suspendió casi todas las sanciones contra el país, que permanecía bajo los efectos de una presión política y económica de Occidente durante casi 20 años. También fueron eliminadas las restricciones personales y de visado que existían contra el presidente Lukashenko, que le impedían visitar países de la UE.