La historia de la creación del Katiusha es tan interesante como la del propio lanzacohetes, y se remonta a los años 20 del siglo XX. En aquella época, los ingenieros soviéticos trabajaban en la creación de proyectiles propulsados por motores de cohetes.
Poco después, la Dirección de las Fuerzas de Artillería les encomendó a los diseñadores que crearan un sistema de cohetes múltiples basándose en los proyectiles RS-132. Así surgió el cohete explosivo-rompedor M-13.
Comparado con su antecesor aéreo, tenía un alcance más largo, que ascendía a los 8,5 kilómetros, así como una mayor potencia explosiva. Lógicamente, eso ha sido posible gracias a una mayor cantidad de combustible y una carga de combate más grande. De hecho, el proyectil pasó a medir 1.410 mm en lugar de los 845 mm originales.
También fue diseñada una lanzadera múltiple autopropulsada, que en un principio estaba basada en el camión ZIS-5 y tenía 24 raíles de lanzamiento. Posteriormente, su número fue reducido hasta 16. Así, la lanzadera se hizo más universal y podía instalarse sobre distintos camiones e incluso sobre los barcos.
Se tardaba entre siete y diez segundos en lanzar todos los proyectiles. Después de ello, el vehículo en cuestión de minutos estaba listo para cambiar de ubicación y evitar así una respuesta por parte del enemigo.
Unos días más tarde, la primera batería compuesta por siete Katiushas, bajo el mando del capitán Iván Flérov, emprendió su camino al frente. Se considera que su bautizo de combate tuvo lugar el 14 de julio.
Aproximadamente, a las 15.15 horas, a las afueras de la ciudad bielorrusa, el Ejército Rojo asestó un golpe contra la concentración de las fuerzas enemigas. Según los testigos del evento, el efecto sorpresa junto con la devastación causada por los Katiushas fue de tal magnitud que generó pánico en las filas de los alemanes.
No se sabe exactamente de dónde surgió el famoso apodo del BM-13. Según una de las leyendas, el nombre se debe a que el ataque ocurrió a las orillas de un río, al igual que los sucesos en la famosa canción homónima, que narra la historia de Katiusha, una mujer que sale al río a cantarle a su amor, que se fue a la guerra a defender a la patria.
La producción en masa comenzó a finales de ese verano y en total fueron fabricadas unas 6.800 unidades del BM-13. Durante la guerra estos sistemas de cohetes se usaban tanto para despegar unas amplias áreas de fuerzas enemigas, como directamente contra los blindados alemanes. Para ello, se cavaba una trinchera especial, donde el vehículo bajaba solo con su parte delantera.
La canción habla de una chica que salio al rio para buscar a su novio o algo asi.
Y la leyenda dice que el nombre que se le dio al lanzacohetes no es una coincidencia, y que se le dio este nombre porque se uso por primera vez también en la orilla del rio
De tal modo era capaz de lanzar sus proyectiles en paralelo a la superficie. Gracias a su poderío y efectividad en el campo de batalla el Katiusha se convirtió en uno de los símbolos de la victoria, al igual que el tanque T-34 y el avión de ataque Il-2.