"Algunos de nuestros amigos tomaron decisiones personales y unilaterales, como (...) el general Jalifa Haftar en Libia. Muchas decisiones tomadas de forma unilateral han confirmado que nos hemos equivocado", admitió Gargash en declaraciones a la cadena televisiva Al Jazeera.
Emiratos Árabes respaldaba antes las acciones de Haftar en Libia, pero tras la derrota del ENL en el sur de Trípoli redujo su apoyo. Haftar buscó apoyo en Egipto, otro de sus aliados.
Actualmente en el país hay una dualidad de poderes: el Gobierno interino junto con el Parlamento en Tobruk, que controla la parte oriental y cuenta con el apoyo del ENL del mariscal Haftar, y el Gobierno de Acuerdo Nacional, avalado por la ONU y encabezado por Sarraj, con sede en Trípoli, en el noroeste del país.
Los dos bandos se acusan mutuamente de recibir armas y soldados de terceros países.
A principios de junio Haftar y el presidente del Parlamento libio Aguila Saleh se reunieron con el mandatario egipcio Abdelfatah Sisi en El Cairo. Tras el encuentro Sisi anunció la posibilidad de establecer una tregua en todo el territorio libio a partir del 8 de junio y las condiciones de la paz, iniciativa que fue rechazada por el Gobierno de Sarraj.