Los 100 expertos de Sánchez: ¿quién diseñará el futuro de España tras la pandemia?

El Gobierno ha configurado un grupo de un centenar de expertos para determinar como serán los próximos años en el país tras la pandemia de coronavirus. Un comité conformado por distintas ideologías que debate qué soluciones hay a los futuros dilemas de España, en determinadas ocasiones, con dificultades y choques entre sus miembros.

El coronavirus marca un antes y un después en la historia mundial. El virus afecta a todos los sectores, desde la economía hasta el medio ambiente. Los países se dirigen a un futuro incierto que tienen que visualizar previamente para poder afrontarlo. Deducir cómo será España y cuales serán sus necesidades y problemas tras la pandemia recae en un grupo de 100 expertos creado por el Gabinete de Pedro Sánchez.

Iniciativa similar a la de Francia o Italia, donde también existen comités para prever el futuro y dar dirección y forma a la actuación de sus gobiernos. En el caso del país trasalpino, el trabajo del grupo ha dado lugar a las 102 medidas para reforzar su competitividad internacional.

Mientras, en España, esta especie de think tank lleva más de un mes reuniéndose y en tres tiene que tener listo el documento con la descripción y la estrategia de la España poscoronavirus. Entre sus miembros hay principalmente economistas, pero también sociólogos o científicos. Un grupo plural que carece de una línea ideológica concreta. Así, participan expertos más cercanos a la coalición PSOE-Unidas Podemos del Gobierno, pero también otros como Toni Roldán, exdirigente de Ciudadanos. Otros nombres de la lista son los de Javier Andrés, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia; Rafael Domenech, director de análisis de BBVA Research; Cristina Linares, experta del Grupo Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU; Lucas Gortázar, analista del Banco Mundial, o Aida Caldera, economista de la OCDE.

Los expertos, que no cobran por este trabajo, están divididos en 10 grupos, que, hasta la fecha, no han tenido casi contacto entre ellos. Temáticamente, los equipos son crecimiento y productividad; desigualdad; desempleo estructural y precariedad; longevidad, con un análisis sobre el futuro del sistema de pensiones; mejora de los resultados sistema educativo; recualificar a los trabajadores; habitabilidad de las ciudades y despoblamiento rural; descarbonizar la economía; uso más racional de los recursos naturales, y bienestar.

Divisiones en las que ya ha habido roces. Es el caso de los que tratan el mercado laboral. Y es que, por ejemplo, existe una mayoría favorable a la reforma laboral del PP frente a los especialistas más cercanos ideológicamente a la izquierda, partidarios de derogarla. No obstante, el objetivo es crear un documento con el máximo consenso posible, por lo que, cuando el choque ideológico sea insalvable en determinados temas, estos serán aparcados. En asuntos como el contrato único, la negociación colectiva, los motivos por los que España tiene un elevado desempleo estructural, el acuerdo se entrevé complicado.

Un documento, definido como España 2050, que no pretende ser un programa de Gobierno de la coalición, de ahí la diversidad ideológica. Su fin es ser un texto de reflexión sobre los desafíos a los que se enfrentará el país en los próximos años y a sus posibles soluciones. Un trabajo de orientación al que puede acudir el ejecutivo de Pedro Sánchez para marcar las líneas de actuación y diseñar las políticas públicas que se aplicarán en la era poscoronavirus. Entonces, empezarán las complicaciones.