El jefe de la diplomacia alemana, Heiko Maas, informó este 18 de junio que el Ministerio de Exteriores convocó al embajador ruso para expresarle su posición sobre el caso y añadió que el Gobierno se reserva el derecho a tomar nuevas medidas.
"En cuanto a las amenazas desde Berlín sobre unas posibles nuevas medidas contra Rusia, no se dejarán sin respuesta si se aplican", dijo Necháev.
Según el fiscal general, el georgiano fue asesinado por encargo de unas autoridades rusas, lo que "no se sustenta con hechos ni pruebas, igual que antes", insistió el diplomático.
Recordó que Berlín expulsó a dos empleados de la Embajada rusa en relación con el caso "por una presunta colaboración insuficiente" de Rusia con las fuerzas del orden alemanas.
"Pero sabemos que las autoridades competentes rusas cooperan con sus colegas alemanes por canales de interacción y responden a las solicitudes", protestó.
El diplomático subrayó que las acusaciones contra las instituciones estatales rusas son "infundadas".
El 23 de agosto de 2019, un desconocido disparó desde una bicicleta en la cabeza a un ciudadano georgiano en la capital alemana; el sospechoso fue detenido el mismo día.
Esos medios afirmaron que Khangoshvili combatió del lado de los terroristas en Chechenia entre 1999 y 2001, luego se mudó a Georgia. En 2008 reclutaba a extremistas para enviarlos a Chechenia, pero no participó en las hostilidades.
En otra investigación, esos mismos medios identificaron al asesino de Khangoshvili como el ciudadano ruso Vadim Krásikov, de 54 años, que fue buscado por la policía en su país hasta 2015 por el presunto asesinato de un empresario en Moscú.
Mientras la información de los periodistas apunta a que el asesino supuestamente tenía vínculos con las autoridades rusas, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, aseguró que se trata de "hipótesis infundadas".