"Esos fármacos deben usarse solo bajo estricta supervisión clínica", comentó Ghebreyesus en una rueda de prensa virtual.
El jefe de la OMS subrayó que la dexametasona mostró efectos beneficiosos solo en los casos graves del COVID-19.
Ghebreyesus añadió que la OMS está coordinando un análisis de los datos de varios ensayos clínicos para entender mejor cuán eficaz es el medicamento.
El 16 de junio Ghebreyesus calificó de "avance científico" los primeros resultados de los ensayos clínicos de la dexametosona contra el COVID-19 en el Reino Unido.
De acuerdo con el estudio realizado por la Universidad de Oxford, ese corticosteroide, usado como antiinflamatorio, reduce en el 35% el riesgo de muerte de los pacientes conectados a ventiladores, y en el 20%, el de los pacientes que reciben tratamiento con oxígeno, además de tener un precio asequible.
El Gobierno británico autorizó el martes al Servicio Nacional de Salud el uso de la dexametasona en el tratamiento del COVID-19.