Si la ves, quizá pienses que es un animal gruñón porque tiene cara de enojada, pero en realidad no lo es: solo es exótica. Tiene un cuerpo pequeño y redondo, con extremidades y dedos cortos. Crece apenas entre cuatro y cinco centímetros. No tiene verrugas, pero tiene una especie de gránulos o pequeños tubérculos muy espaciados por todo el lomo. Estas características, sumadas al color marrón casi negro de su piel, hacen que se parezca a un aguacate.
breviceps fuscus, or the black rain frog pic.twitter.com/fhGpvjhvc6
— raisins (@frorgy) June 14, 2020
Vale la pena hablar de su vientre: es un poco más claro que el resto del cuerpo y tiene una especie de "parche" que contiene numerosos vasos sanguíneos y capilares a través de los cuales puede absorber el agua directamente de la arena.
De octubre a febrero, estas ranas ponen entre 42 y 43 huevos amarillos de unos ocho milímetros de diámetro, dentro de madrigueras con aberturas de 1,5 centímetros de ancho y entre tres y cuatro de profundidad.
Los machos llaman a las hembras desde dentro de las madrigueras (a veces mientras protegen a los huevos) y desde la vegetación de la superficie. La llamada es similar a un "chirrido" corto (como el que se escucha en el vídeo). Las ranas hembra segregan una sustancia pegajosa de sus espaldas, para que los machos no se caigan durante el apareamiento.