"En virtud del principio de reciprocidad, así como del artículo 9 del Convenio de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, se declaran personas no gratas dos funcionarios de la Embajada checa en Moscú", dice el comunicado.
Los funcionarios declarados como personas no gratas tendrán que abandonar el país junto con sus familiares para el 17 de junio, inclusive.
El Ministerio ruso subrayó que la medida se toma en respuesta a la decisión de Praga de expulsar a dos diplomáticos rusos, hecho que la Cancillería rusa calificó de "un acto de provocación".
"El anuncio de esta decisión por parte del primer ministro del país, Andrej Babis, y el ministro de Exteriores, Tomas Petricek, confirma que el empeoramiento de las relaciones con Rusia ahora tiene el nivel de la política de Estado. Lo vamos a tener en cuenta en el contexto de nuestras relaciones con Chequia", afirmó el Ministerio ruso.
"Recibimos apellidos de dos personas que se declararán como no gratas", dijo a la prensa.
Pivonka agregó que examinó con el Ministerio ruso "el inicio de unas consultas entre las partes checa y rusa sobre todas las cuestiones bilaterales".
El diplomático checo señaló que Praga y Moscú comenzarán las negociaciones "dentro de varias semanas" a nivel de vicecancilleres o representantes especiales de los gobiernos.
Las conversaciones, apuntó, se centrarán en la situación en torno al monumento al mariscal soviético Iván Kónev desmantelado de una plaza de Praga en abril, acto tras el cual el Comité de Investigación ruso abrió un caso penal por el delito de profanación de los símbolos de la gloria militar de Rusia, cometido públicamente.
Está previsto que al término de esas negociaciones Chequia y Rusia lleguen a una decisión política.
Respuesta de la Cancillería checa
A su vez, Zuzana Stichova, la portavoz de Exteriores checo, declaró que la Cancillería de la República Checa califica de resuelto el problema que surgió en las relaciones con Rusia, tras la expulsión de dos de sus diplomáticos de Moscú.
"La parte rusa informó al embajador de la República Checa en Moscú, Vitezslav Pivonka, que da un paso de respuesta, es decir declara personas no gratas a dos funcionarios [de la Embajada checa en Rusia], que deberán abandonar el territorio ruso en plazo establecido. Es una reacción esperada y simétrica a nuestros pasos del 5 de junio [expulsión de dos diplomáticos rusos de Praga]. Con eso calificamos de resulto el problema, que no surgió por el lado checo", dijo.
Reacción del Kremlin
Por su parte, Dmitri Peskov, el portavoz del Kremlin, declaró que Moscú lamenta que existan tensiones en sus relaciones con la República Checa y apuesta por mantener unas buenas relaciones, pero no puede pasar por alto las acciones inamistosas de Praga.
"Es algo que lamentamos. Por supuesto, no podemos quedarnos indiferentes y pasivos ante las acciones poco amistosas de Praga, siempre responderemos de manera coherente", dijo el portavoz, agregando que Rusia sigue interesada en mantener buenas relaciones, de beneficio mutuo, con la República Checa.
Según Peskov, Moscú, "aunque está interesada en mantener buenas relaciones con todos los países, incluida Chequia, nunca cerrará los ojos ante muestras de enemistad".
En abril pasado el diario Respekt informó, citando una fuente de los servicios secretos locales, que llegó a Praga un hombre con pasaporte diplomático que llevaba ricina (un tipo de veneno) en su equipaje. Al salir del aeropuerto de la capital checa, subió a un coche diplomático que le esperaba y se dirigió a la Embajada rusa.
Según el periódico, con ese veneno la inteligencia rusa supuestamente planeaba atentar contra Ondrej Kolar, jefe del distrito Praga-6, que tomó la decisión de desmantelar el monumento al mariscal soviético Iván Kónev y el alcalde de Praga, Zdenek Hrib, quien en febrero pasado promovió un acto para bautizar la plaza donde se encuentra la Embajada rusa con el nombre del opositor ruso Borís Nemtsov, asesinado hace cinco años en Moscú.
La Embajada rusa en Chequia rechazó esa información, al calificarla de "insinuaciones escandalosas y mentirosas".
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, tachó de "bulo" la publicación del medio checo.
Según determinó el BIS, uno de los empleados de la Embajada rusa en Praga envió al servicio un correo electrónico anónimo, según el cual un hombre entró en el país europeo con ricina. El funcionario de la Embajada querría con este correo "hacer un daño grave a su colega".
La investigación del BIS resultó obstaculizada debido a la filtración del contenido de este correo a los medios de comunicación. El servicio acudió a la fiscalía para que investigara esa filtración.