"La ciudadanía tiene que quedarse tranquila; acá hay una coalición firme, puede que me toque en aras de un mejor funcionamiento jugar otro rol en la coalición. El presidente me dijo que lo iba a pensar y que podía ser una posibilidad", dijo Talvi durante una entrevista con Canal 12.
A tres meses de iniciado el Gobierno de Luis Lacalle Pou (centroderecha) en Uruguay, surge la posibilidad de que Talvi, uno de los ministros de mayor aprobación popular del gabinete, deje su cargo antes del fin del mandato, tras diferencias por expresiones sobre Venezuela.
La coalición se conformó luego de la primera vuelta electoral de Uruguay el 27 de octubre pasado, en la que el Frente Amplio (centroizquierda) ganó ante Lacalle Pou, el segundo más votado.
La agrupación de los distintos partidos logró derrotar al Frente Amplio en la segunda vuelta electoral de noviembre pasado, poniendo fin a 15 años de gobierno de la izquierda.
Posible renuncia
El periodista uruguayo Gabriel Pereyra reseñó en Twitter una conversación que tuvo con Talvi en la que éste le habría asegurado que su renuncia no era inmediata, sino que acordó, en una reunión con Lacalle Pou, una fórmula para seguir en el Gobierno "por un tiempo".
Asimismo, medios locales publicaron este jueves que el martes el canciller acordó con Lacalle Pou una salida programada del cargo para poder dedicarse enteramente a la actividad política, liderando su partido, por el cual fue candidato a la presidencia en 2019.
"Analizamos si era conveniente que mi tarea quedara limitada o tuviera una relación mayor con mi sector mayoritario del partido, para poder trabajar con los representantes del Ejecutivo, Legislativo y técnicos; fue una conversación amable, no implica una decisión inmediata sobre el cambio de roles, además, tengo un compromiso firme con una coalición que integramos y con el Gobierno", agregó.
La información del posible alejamiento de Talvi del Gobierno surge luego de que en la reunión del martes el presidente, según medios, le pidiera al canciller que sus declaraciones sobre la situación de Venezuela fueran congruentes con la postura del Gobierno.
Venezuela
En Venezuela no existe un gobierno democrático y además se violan de forma "sistemática" los derechos humanos, dijo Ernesto Talvi.
"No tengo la misma posición que la del Gobierno anterior, en Venezuela no hay democracia y se violan sistemáticamente los derechos humanos, vivimos 15 años en la ambigüedad frente al régimen venezolano", afirmó Talvi.
El Gobierno anterior, del izquierdista Frente Amplio, negaba que la administración de Nicolás Maduro fuera una dictadura, como denuncian otros líderes de la región.
"Soy canciller de la República; ya no represento mi opinión o la de un sector político, sino la de todos los ciudadanos de la República ante un Gobierno con el cual mantenemos relaciones diplomáticas, estoy usando un lenguaje respetuoso que es lo que corresponde a mi cargo", dijo el ministro de Exteriores.
Sin embargo, el jueves Talvi afirmó que se abstuvo de usar adjetivos porque existe una posibilidad de que Uruguay pueda jugar un rol "útil".
"Mi trabajo es ayudar al pueblo venezolano, creemos que vamos a sentarnos a negociar con quienes controlan el poder hoy; de los gobiernos autoritarios se sale de dos maneras, con sangre o negociando", agregó.
Asimismo, sostuvo que en algunos aspectos existe "continuidad" con lo realizado por los gobiernos del Frente Amplio (2005-2020).
"Hay continuidad respecto a algunas cosas que hizo el canciller (Rodolfo) Nin Novoa; nosotros hacemos nuestro trabajo desde el Grupo Internacional de Contacto, en armonía con nuestros socios europeos. Cambio y continuidad, ese es Uruguay", reflexionó.
EEUU y otros 54 países han respaldado al líder opositor, pero Rusia, China, Cuba, Bolivia, Turquía, entre otros, han dicho que reconocen a Maduro como el único mandatario legítimo de Venezuela.
En tanto, México y Uruguay ya se habían declarado neutrales y propusieron un diálogo entre las partes para superar la crisis.
El Grupo de Contacto Internacional se creó en 2019, cuando la crisis política se intensificó en Venezuela entre el poder legislativo y el ejecutivo, con el objetivo de establecer mecanismos de diálogo que permitieran una salida al conflicto.