Pátrushev abordó los métodos utilizados por Occidente con el objetivo de desequilibrar la situación social y política en Rusia en una entrevista brindada al diario AiF.
"Los coordinadores de las actividades destructivas en el territorio de Rusia son el Departamento de Estado de EEUU, la agencia para el desarrollo internacional estadounidense, el Consejo de Relaciones Exteriores, las principales ONG estadounidenses", dijo el jefe del Consejo de Seguridad.
Entre las ONG que promueven la agenda antirrusa, el funcionario mencionó el Instituto Nacional Democrático para Asuntos Internacionales, el Instituto Republicano Internacional, la Fundación Nacional para la Democracia, el Instituto de Rusia Moderna, el Instituto de la Sociedad Abierta, creado por la Fundación Soros, entre muchas otras.
Otro de los métodos usados para desestabilizar la situación en Rusia consiste en desprestigiar a los líderes rusos en publicaciones que aparecen en los medios de información controlados por EEUU y sus socios.
"Acusar a las autoridades de un país bajo pretextos inventados es otro de los instrumentos que emplea desde hace tiempo Occidente en las llamadas revoluciones de colores", destacó el funcionario.
Para Pátrushev, cualquier paso en falso de un Gobierno incómodo para Occidente, ya sea la dispersión de una protesta pacífica o las supuestas "falsificaciones" cometidas durante las elecciones, pueden ser utilizados para desencadenar un proceso de carácter destructivo.
"Primero se emplean medidas de presión informativa y propagandística, así como política y diplomática. Si eso no estimula a las autoridades de cualquier país a corregir su rumbo en la 'dirección necesaria', entran en acción guiones que incluyen el cambio de Gobierno mediante la organización de protestas populares supuestamente espontáneas".
El secretario del Consejo de Seguridad considera que "la atención de los expertos en tecnologías políticas occidentales se centra desde hace mucho tiempo" en Rusia.
"Ellos se esfuerzan por crear en los países vecinos de Rusia (...) una red de estructuras sociopolíticas capaces de establecer un contacto directo con los ciertos destinatario rusos. Los países del Báltico tienen asignado un papel primordial en la trama", enfatizó.
Letonia, por su parte, tampoco se queda atrás, ya que es su Centro Báltico de Desarrollo de los Medios el que se encarga de formar a los periodistas "independientes" rusos.
Pátrushev destacó además que ese es uno de los motivos por los cuales resulta imprescindible modificar la Carta Magna de Rusia, sobre todo las cláusulas referentes a su integridad territorial y al carácter inaceptable de la injerencia externa en sus asuntos internos.