La Administración española mantiene abierta una investigación contra el príncipe belga por saltarse las dos semanas de cuarentena obligatorias para todas las personas procedentes del extranjero, según avanzó el medio digital El Diario.
Joaquín de Bélgica incumplió la norma decretada por el Gobierno español para los viajeros extranjeros el pasado 24 de mayo, cuando llegó a Madrid en un vuelo desde Bélgica.
Tres días después dio positivo en coronavirus, según informó la propia Casa Real belga, por lo que la Consejería de Salud de la región de Andalucía inició un rastreo de sus contactos en España.
Mediante el trabajo que llevó a cabo la Policía Nacional en colaboración con las autoridades sanitarias se descubrió que el príncipe había participado en una o más fiestas con varias decenas de personas, algunas de las cuales también dieron positivo por el virus.
El diario español afirma citando a fuentes de la subdelegación que la sanción ya fue notificada al príncipe y este cuenta con un plazo de dos semanas para presentar posibles alegaciones.
La sede del Gobierno en Córdoba mantiene abierta la investigación sobre las mencionadas fiestas y podría proponer nuevas sanciones a raíz del caso, ya que la multa actual solo contempla la infracción de haberse saltado la cuarentena.
El príncipe Joaquín es hijo de la princesa Astrid de Bélgica y la décima persona en la línea de sucesión al trono de su país.