"Para nosotros es importante que Rusia participe en todos los esfuerzos para influir en las partes del conflicto para que no obstaculicen la solución política", dijo Burger a la prensa.
Rusia, continuó, es uno de los países participantes del proceso de Berlín, y es el país que tiene influencia sobre Libia.
El 9 de junio el presidente ruso, Vladímir Putin, y la canciller de Alemania, Angela Merkel, en una conversación telefónica expresaron su preocupación por la escalada de acciones bélicas en Libia.
Libia continúa sumida en una crisis desde que la caída del que fuera su líder durante décadas, Muamar Gadafi, en 2011, derivó en violentos enfrentamientos entre facciones rivales.
Actualmente en el país hay una dualidad de poderes: el Gobierno interino junto con el Parlamento en Tobruk, que controla la parte oriental y cuenta con el apoyo del Ejército Nacional Libio (ENL) liderado por el mariscal Jalifa Haftar, y el Gobierno de Acuerdo Nacional (GAN) avalado por la ONU y liderado por Fayez Sarraj, con sede en Trípoli, en el noroeste del país.