La escalada de protestas en EEUU y todo el mundo por el asesinato del afroamericano George Floyd en manos de un policía de Minneapolis no oculta que el racismo también es un problema latinoamericano. En efecto, los países de la región registran varios casos de personas de la comunidad afro asesinadas por las fuerzas del orden, algunos bastante recientes.
De acuerdo a la denuncia de los familiares, algunos de los cuales presenciaron los hechos, agentes policiales golpearon al joven en varias oportunidades y hasta le rociaron gas pimienta en el rostro.
Arboleda llegó a radicar una denuncia por la agresión que sufrió pero al regresar comenzó a sentir fuertes dolores de cabeza. Finalmente fue diagnosticado con muerte cerebral y falleció dos días después.
La muerte conmocionó al país e incluso activó una convocatoria a una marcha contra el abuso policial y el racismo en el país.
Brasil, uno de los países más violentos contra los afrodescendientes
Brasil es uno de los países con mayor violencia a la población afrodescendiente y en las últimas semanas vivió otro caso de un joven de esa colectividad asesinado en el marco de la acción policial.
La víctima fue Joao Pedro Mattos Pinto, un adolescente de 14 años que murió el 18 de mayo tras ser baleado durante un operativo policial en la ciudad de Sao Gonçalo, en el estado de Rio de Janeiro. Según testigos, agentes de la Policía irrumpió disparando en la vivienda en la que se encontraba el joven.
El caso de Mattos Pinto no es aislado, sino que forma parte de un fenómeno racial que incluso supera al de EEUU. Según datos del Foro Brasileño de Seguridad Pública, 75,4% de las personas asesinadas por la Policía son afrodescendientes, cuando esta población representa el 55% del total.
El informe estadístico de 2019 elaborado por la misma organización recoge un estudio académico elaborado por Daniel Cerqueira y Leandro de Moura en el que concluyen que las personas de raza negra tienen un 8% más de probabilidades de ser víctima de homicidio en Brasil. Este riesgo se multiplica entre jóvenes afrodescendientes, que llegan a tener 2,5 veces más posibilidades de ser asesinados.
La muerte del joven Evans Taylor Joseph Williams sacudió a Nicaragua en septiembre de 2019. La víctima se ahogó en la bahía de la ciudad de Bluefields, tras solicitar ayuda en varias ocasiones a agentes que miraban desde la orilla. Según denunció la familia del joven, los policías le dieron una golpiza antes de que ingresara al agua y se burlaron de él en lugar de ayudarlo mientras se ahogaba.
Si bien los imputados por el crimen alegaron que las agresiones obedecieron a que el hombre era prestamista, la familia del fallecido denunció que el hombre fue increpado por ser afrorescendiente y que se trataba de un asesinato basado en el racismo.