El viernes 5 de junio el primer ministro checo, Andrej Babis, anunció que dos empleados de la Embajada rusa fueron declaradas personas no gratas por la supuesta introducción por parte de diplomáticos rusos de un veneno a Chequia.
Según aseguró la diplomática en un programa del canal televisivo Rossiya 1, "hay una parte de la élite checa que está empeorando ex profeso las relaciones".
"A los checos eso no les hace falta. El pueblo, los habitantes de ese país, (...) tienen derecho a decidir y erigir su propio enfoque interno de Rusia, de la gente que habita en nuestro país, pero nadie les ha preguntado", subrayó la representante del Ministerio de Exteriores ruso.
En abril pasado, el diario Respekt informó, citando una fuente de los servicios secretos locales, que a Praga arribó un hombre con pasaporte diplomático que llevaba veneno ricina en su equipaje. Al salir del aeropuerto de la capital checa, subió a un coche diplomático que le esperaba y se dirigió a la Embajada rusa.
La Embajada rusa en Chequia rechazó esa información, al calificarla de "insinuaciones escandalosas y mentirosas".
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, tachó de "bulo" la publicación del medio checo.