"Estamos cansados de injusticia y de racismo, por eso protestamos. Queremos que esto se haga visible porque no ocurre en Estados Unidos, ocurre en todas partes, mucho más de lo que nos creemos", cuenta a Sputnik Carliona, una joven negra de 28 años de edad.
La manifestación, convocada por la Comunidad Negra Africana y Afrodescendiente en España (CNAAE) transcurrió de forma pacífica frente a un fuerte dispositivo policial.
Durante la concentración los manifestantes corearon proclamas como "sin justicia no hay paz" o "no puedo respirar", convertidos ya en símbolos de la protesta antirracista global.
También se guardó un minuto de silencio en el que los asistentes clavaron su rodilla en el suelo y levantaron el puño en honor de George Floyd y todas las víctimas del racismo.
La delegación del Gobierno en Madrid autorizó la celebración de esta manifestación para un aforo de 200 personas, pero la asistencia desbordó ampliamente esa cifra.
Pese a ello, los asistentes llevaron en todo momento mascarillas e intentaron evitar grandes embotellamientos en aquellas zonas donde el mobiliario público lo permitía.
Además, integrantes de las plataformas convocantes repartieron guantes y mascarillas entre los asistentes para intentar dar cumplimiento a las normas de seguridad.
"No me imaginaba que iba a haber tanta gente", explica a Sputnik Kimby, un joven español de 26 años nacido en Guinea Ecuatorial.
Como todos los asistentes consultados por Sputnik, Kimby recuerda que el asesinato de George Floyd es solo la chispa que ha puesto en marcha las movilizaciones, pero incide en que las protestas van mucho más allá de lo que pasa en Estados Unidos.
"Estamos para denunciar también lo que pasa aquí. Yo llegué a España con nueve años y sentí desde el primer momento lo que es el racismo, lo que es llegar al colegio y que nadie te hable al principio, como si tuvieras la peste", explica.
La experiencia narrada por Kimby coincide con la de Carolina, que cuenta como "desde la infancia y la adolescencia creces oyendo discursos que te dicen que las personas negras no valen para nada más que correr y jugar al baloncesto"
En cuanto al trato institucional, ambos coinciden en señalar que la brutalidad y la discriminación policial contra las personas negras no está tan extendida en España como en EEUU, pero subrayan que eso no quiere decir que no exista.
Por ejemplo Kimby explica que "no tiene miedo de que la policía le vaya a hacer daño", pero sí que se siente discriminado porque "te paran por la calle y te hacen preguntas que no le hacen a los blancos".
"Te paran, te registran y te hacen preguntas sobre si has robado o llevas armas. No tengo miedo a que me hagan daño, pero sí a darles una respuesta que no les guste y que me manden al calabozo", añade.
Aunque la manifestación estuvo encabezada por la comunidad negra, muchas personas mestizas y blancas acudieron a la concentración para mostrar su apoyo.
"Vivimos en un sistema racista y colonial. Creo que hay que utilizar el privilegio blanco para destrozar la supremacía blanca, tenemos que ayudar desde nuestra posición", añade.
La manifestación de Madrid no fue la única concentración en España, que este domingo 7 de junio acogió marchas antirracistas en decenas de ciudades, siendo las de Barcelona, Sevilla o Valencia algunas de las más destacadas.