En el vídeo publicado por el Ministerio de Defensa ruso se puede ver cómo los militares rusos desembarcan con paracaídas Arbalet-2 desde aviones An-26 y An-12 para destruir a las fuerzas y los equipos militares enemigos cuya agrupación habían detectado. Tras haber pisado tierra, los soldados eliminaron los vehículos blindados del enemigo con los lanzagranadas RShG-2, después de lo cual iniciaron un combate contra las fuerzas enemigas con sus fusiles de asalto y ametralladoras.
Una munición similar se emplea en una de las armas más temibles de la infantería rusa: los lanzallamas móviles Shmel. También en los lanzallamas pesados Solntsepiok. Una de las características distintivas de los proyectiles termobáricos es la posibilidad de eliminar a la infantería incluso sin un impacto directo mientras esta se encuentra bajo la protección de una fortificación.