"No impondremos un toque de queda esta noche", dijo Bowser durante una conferencia de prensa.
El anuncio se produce después de que se impusieron varios días de toque de queda debido a disturbios, luego de que un hombre afroestadounidense George Floyd muriera bajo custodia policial en Minnesota la semana pasada.
Aplicación de la ley, la Guardia Nacional domina las calles en Washington DC #GeorgeFloydProtests https://t.co/bl3beurmkS
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) June 4, 2020
Además, la alcaldesa señaló que Washington quiere que los militares que no sean del estado abandonen la ciudad.
"Lo primero es que queremos tropas de fuera del estado de Washington, DC", dijo Bowser.
Más de 420 personas fueron arrestadas durante las manifestaciones desde que comenzaron la semana pasada, agregó.
"Tenemos mucha información pública que sugiere que el evento de este próximo sábado [el 6 de junio] será uno de los más grandes que tuvimos en la ciudad. Esperamos que esta manifestación sea pacífica", dijo Newsham.
Los Ángeles
Por su parte, el alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, anunció que no volverá a imponer el toque de queda en la segunda ciudad más grande de Estados Unidos después de varios días de violencia que empañaron las protestas nacionales provocadas por la muerte del afroestadounidense George Floyd bajo custodia policial.
"He levantado el toque de queda en la ciudad de Los Ángeles. Seguimos firmemente comprometidos a proteger el derecho de los angelinos a hacer oír su voz y garantizar la seguridad de nuestra comunidad", escribió Garcetti en su cuenta de la red social Twitter
I have lifted the curfew in the City of Los Angeles. We remain strongly committed to protecting the right of Angelenos to make their voices heard and ensuring the safety of our community.
— MayorOfLA (@MayorOfLA) June 4, 2020
El alcalde señaló que impuso el toque de queda el 31 de mayo para evitar saqueos y permitir a la policía diferenciar entre los manifestantes respetuosos de la ley y una minoría radical.
Un día después, se publicó un video que mostraba a un oficial de policía blanco, Derek Chauvin, arrodillado en el cuello de Floyd durante varios minutos mientras este último estaba esposado y tirado en el suelo diciendo que no podía respirar.
La muerte de Floyd provocó una ola de protestas contra la brutalidad policial y la desigualdad racial en todo el mundo.