"Se prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) para el año 2020 presente un decrecimiento interanual que se encuentra en un rango comprendido entre -7,3% (…) y -9,6%", dijo el Banco Central del Ecuador en sus previsiones anuales.
Según el Banco Central, el efecto de la suspensión de las actividades productivas en el país, como resultado de la pandemia del COVID-19 y la incertidumbre internacional de los socios comerciales del Ecuador sobre la dinámica de su recuperación económica, son dos de los factores determinantes en los resultados de la previsión macroeconómica para 2020.
El Banco Central prevé tres escenarios de caída del producto Interno Bruto (PIB):
- el escenario más optimista es una contracción de 7,27%;
- el escenario medio habla de una caída de 8,14%;
- y el escenario pesimista establece una contracción de la economía de 9,6%.
Las previsiones toman en cuenta una caída de entre 427 millones de dólares y 657 millones de dólares en las remesas que envían los migrantes ecuatorianos desde el exterior.
En los primeros meses de 2020, la economía ecuatoriana se vio afectada por las restricciones impuestas para frenar la expansión del COVID-19 así como por la caída significativa en los precios de su principal producto de exportación, el petróleo crudo, y un menor dinamismo en la demanda externa de productos no petroleros, resultado de la contracción económica de China, Estados Unidos y la Unión Europea, por las medidas de confinamiento y aislamiento por la pandemia.
Adicionalmente, Ecuador tuvo que enfrentar la rotura de sus dos oleoductos para transportar petróleo que obligaron a bajar drásticamente la producción e incluso suspender temporalmente algunos pozos petroleros.
En días pasados, el presidente Lenín Moreno dijo que la nación andina dejará de percibir ingresos por unos 8.000 millones de dólares como consecuencia de la emergencia sanitaria por el COVID-19, que se suman al déficit fiscal de 4.000 millones que ya tenía la economía ecuatoriana.