El yacimiento Al Khafji está ubicado en la frontera entre Arabia Saudí y Kuwait, por lo que ambos países explotaban el área en extracción de crudo. Sin embargo, hace unas semanas, el director general de la compañía petrolera que opera en el lugar, Abdullah Sumayti, confirmó la decisión que se tomó como parte de los acuerdos adicionales de la OPEP+ donde participaron dichos países.
"En estas condiciones, la opción más eficiente, económica (sin quemar hasta el 50% del gas asociado) y respetuosa con el medioambiente era congelar temporalmente de forma completa los trabajos del yacimiento. Otras alternativas serían más traumáticas o costosas. Por lo tanto, no debe haber duda de que después de algún tiempo las partes restaurarán el yacimiento y continuarán desarrollando la extracción conjunta de crudo", indicó.
Sin embargo, tras esta medida surgieron varias acusaciones contra Riad y sus supuestas intenciones de presionar la política energética de Kuwait, pero el experto considera que solo se tratan de acusaciones infundadas.
Además, Hajri también sugirió que paralizar completamente de manera temporal las operaciones del yacimiento Al Khafji podría estar relacionado con la propagación del coronavirus.
"Hay pruebas de que los trabajadores del sector petrolero han sido infectados en tales situaciones. La única forma de ponerlos en cuarentena era detener los trabajos del yacimiento", argumentó.
Por su parte, el analista saudí Shahir Nahari, quien está de acuerdo con la teoría de Hajri, añadió que esta medida tiene origen en la crisis que tuvo lugar en el mercado del petróleo.
"La razón principal del cierre temporal del yacimiento fue la crisis del petróleo. Esta solución fue óptima en el marco de la reducción de la extracción de crudo tanto para Arabia Saudí como para Kuwait. Además, la operación sobre el terreno cuenta con la participación de unas 800 personas, todas ellas residentes en la ciudad más cercana a ambos lados de la frontera. Con una pandemia, sería arriesgado poner en peligro a tanta gente", explicó.
"Las relaciones entre los dos países son muy buenas. (...) Sí, algunos dicen que hay un desacuerdo entre Arabia Saudita y Kuwait, pero no es así. En las circunstancias que vivimos, estos países, al igual que otros exportadores de petróleo, tienen que buscar un plan B para desarrollar políticas energéticas y economías nacionales. No hay nada sorprendente aquí, no hay conspiración", concluyó el experto saudí.
Antes de la pandemia de coronavirus, se esperaba que la extracción de crudo de la zona fronteriza entre Arabia Saudí y Kuwait alcanzara los 550.000 barriles diarios a finales de año.