Biólogos de la Universidad Federal de los Urales (URFU), con sede en Ekaterimbrugo, sometieron a los peces cebra danio a una serie de tests de inmovilización de cola y comprobaron que dos antidepresivos clásicos, amitriptilina y sertrolina, reducen su nivel de desesperación.
"Hemos comprobado por primera vez el fenómeno de la desesperación en los cebra danio… Dado que hay una similitud genética del 70% entre peces y humanos, la búsqueda de potenciales objetivos biológicos para antidepresivos será menos difícil y costosa que en el trabajo con roedores", cita la URFU en su comunicado de prensa a Alán Kalúyev, investigador sénior del laboratorio de estudios prospectivos en petroquímica, tecnologías químicas y biotecnologías.
El estudio, cuyo resumen en inglés fue publicado este mes en la revista Journal of Neuroscience Methods, se llevó a cabo en cooperación con la universidad SPbGU y el Centro Almázov de San Petersburgo, así como científicos de Moscú, Novosibirsk (Rusia), Brasil y China.
Kalúev señaló que el uso de los cebra danio brinda la oportunidad de crear y seleccionar más rápido nuevos fármacos para la depresión, trastorno mental que afecta a uno de cada diez seres humanos y a veces conduce al suicidio si no se proporciona un tratamiento eficaz.
Los primeros peces con mandíbula surgieron hace 400 millones de años, mientras que los roedores, hace 60 millones, de manera que el nuevo estudio también "envejece" el mecanismo de la depresión unos 340 millones de años.