La menor, identificada como N.S., nació en Melilla de una madre marroquí que migró de niña a la ciudad española, así que ambas se consideran residentes irregulares. Por lo tanto, N.S. no podía acceder al sistema de educación pública de España.
El CDN solicitó al Gobierno español resolver la situación de N.S. y admitirla en una escuela primaria local después de haber recibido en febrero pasado una queja al respecto de la niña y su madre; y el 24 de marzo, seis semanas más tarde, España tomó la decisión positiva.
"Felicitamos la rápida respuesta de España," dijo Ann Skelton, miembro del CDN, citada en el comunicado de Acnudh, al agregar que "N.S. podrá alcanzar su total potencial ahora que puede acceder a una educación formal en España, el único país que conoce y donde ha vivido toda su vida".
Al mismo tiempo, Skelton recordó que "hay muchos otros casos similares registrados ante el Comité" y llamó a España a tomar "medidas urgentes para permitir que estos niños y niñas vayan a la escuela en Melilla, dado que todos los niños y niñas tienen el derecho a la educación sea donde sea que vivan, sin importar su estatus".
La misma N.S. también dijo en un vídeo enviado al CDN que "quedan muchísimos niños más sin escolarizar", agregando que querría que los demás pequeños residentes irregulares pudieran ir al colegio como ella.