Según adelantó el portal de noticias UOL, el fiscal comunicó al juez Celso de Mello, del Tribunal Supremo Federal, quien lleva el caso, su "negativa al seguimiento de los requerimientos formulados".
Ahora será el citado juez el que decida si el celular de Bolsonaro debe ser confiscado o no, pero no hay un plazo determinado para que tome la decisión.
La semana pasada, la noticia de que el magistrado había pedido al fiscal general que se manifestara sobre la petición que habían presentado los partidos de la oposición causó un fuerte revuelo.
El presidente Bolsonaro dijo que "jamás" entregaría su celular, y el ministro jefe del Gabinete de Seguridad Institucional, el general Augusto Heleno, lanzó un comunicado advirtiendo que confiscar el celular del presidente podría traer "consecuencias imprevisibles" para la estabilidad nacional, lo que muchos interpretaron como una amenaza golpista.