"Ya hemos dicho sentirnos preocupados por los continuos disparos desde el lado ucraniano, hemos visto los resultados de esos disparos y también vemos que tienen una tendencia a la intensificación", destacó Peskov en una rueda de prensa.
Señaló que la situación pone en peligro la vida de los habitantes de las repúblicas autoproclamadas que viven en la zona de contacto entre las fuerzas en conflicto.
Las milicias de la RPL comunicaron el 22 de mayo que los militares ucranianos violaron la tregua en Donbás 14 veces en una semana.
Peskov declaró, además, que el Kremlin se pronuncia porque los bandos del conflicto ucraniano cumplan los compromisos asumidos para que cesen los disparos contra el territorio de las repúblicas autoproclamadas.
"Mientras, la actual situación es impredecible e impide volver a la vida normal", dijo el portavoz del Kremlin.
El portavoz comentó además que el presiente ruso, Vladímir Putin, nunca ha cambiado su actitud hacia los ucranianos, pero que la reacción pública a los ataques contra la población civil "es comprensible".
Peskov se refirió al caso cuando el presidente ucraniano fue llamado "nazi" en un programa de la televisión rusa y contestó a la pregunta de si el Kremlin comparte esa caracterización del mandatario ucraniano.
"No sé quién fue y nunca oí que Zelenski fuera llamado nazi, pero tenemos muchos 'cabezas calientes' en la televisión que además de expresar la posición oficial también suelen expresar posiciones no oficiales y personales", apuntó.
Desde abril de 2014, Ucrania lleva a cabo una operación contra las milicias en Donbás donde se proclamaron las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk, en respuesta al violento cambio de gobierno ocurrido en febrero del mismo año.
Los Acuerdos de Minsk, suscritos en septiembre de 2014 y en febrero de 2015, sentaron las bases para una solución política al conflicto, pero no han derivado hasta ahora en el cese de la violencia.
Las hostilidades han dejado hasta la fecha unos 13.000 muertos, según estimaciones de la ONU.