"Los conflictos armados obligaron a más de 660.000 personas en todo el mundo a abandonar sus hogares entre el 23 de marzo y el 15 de mayo, por lo que las personas quedaron más expuestas al COVID-19. Esto obstaculiza los esfuerzos mundiales para contener la pandemia", dice el comunicado.
En marzo, el secretario general de la ONU, António Guterres, instó a cesar el fuego en todas las zonas de conflicto del mundo ante la amenaza de la nueva cepa de coronavirus.
Desde el 11 de marzo, la Organización Mundial de la Salud califica como pandemia la enfermedad COVID-19 causada por el nuevo coronavirus SARS-CoV-2 detectado en la ciudad china de Wuhan a finales de 2019.
A lo largo del mundo se han detectado hasta ahora más de 5,1 millones de casos de infección por el patógeno, entre ellos más de 333.000 decesos, según la universidad estadounidense Johns Hopkins.