Después del ataque de la Alemania nazi a la URSS en junio de 1941, el alumno escolar Alexéi Tupolev fue evacuado a Omsk, donde se graduó de la escuela secundaria en 1942, el año más difícil para el país.
Siguiendo los pasos de su padre
Por varias razones, no lo aceptaron en el frente y Alexéi empezó a trabajar en la oficina de diseño dirigida por su padre. El primer trabajo de Túpolev hijo fue una cola de madera del fuselaje del bombardero Tu-22, que pasó a producirse de manera masiva.
En 1943, Alexéi volvió a Moscú e ingresó en el Instituto de Aviación de Moscú. Después de la graduación, volvió a la Oficina de Diseño. Participó en el desarrollo del Proyecto 88 (el futuro bombardero estratégico Tu-16) y ofreció la opción de colocar los motores justo al lado del fuselaje. Después de discutirlo con el diseñador general, este diseño fue aprobado.
Los drones soviéticos
En 1956, la oficina de Andréi Túpolev recibe la tarea de diseñar un vehículo aéreo supersónico no tripulado de combate. Túpolev-padre confía la tarea a su hijo, más joven y prometedor. La tarea era difícil e interesante. Los requisitos técnicos para el diseño de estas aeronaves eran mucho más estrictos que los de las aeronaves tripuladas. Así es como se formó el Departamento K (de vehículos aéreos no tripulados) bajo el liderazgo de Andréi Túpolev como jefe de diseño.
El equipo también fue responsable del proyecto del avión teledirigido de reconocimiento táctico y de ataque Tu-300 Korshun, pero fue congelado a mediados de los años 1990. Según datos no oficiales, hay intentos de revivirlo en una versión modernizada para cumplir con los requisitos del siglo XXI.
El primer avión de pasajeros supersónico del mundo
A principios de los años 1960, Andréi Túpolev le dio a su hijo una nueva y prestigiosa tarea: diseñar el primer transatlántico de pasajeros supersónico del mundo. Gradualmente, Alexéi Tupolev se convirtió en el reconocido líder del Proyecto Tu-144. Poco después de la muerte de su padre, en 1973, Alexéi fue nombrado diseñador general de toda la oficina de construcción. Tuvo que participar simultáneamente en varios otros proyectos, pero gracias a su asombrosa persistencia, Alexéi siguió demostrando la necesidad del Tu-144 a pesar de todos los contratiempos.
Desgraciadamente, el avión de pasajeros supersónico requiría de toda una revolución técnica en la aviación civil soviética, por lo que el programa fue rechazado. El Tu-144 no llegó a ser un competidor del Concorde franco-británico, aunque este tampoco logró ser rentable y fue suspendido.
El nacimiento del cisne blanco
Mientras su padre aún estaba vivo, Alexéi Túpolev participó en una competencia para desarrollar un prometedor avión de ataque estratégico. Teniendo en cuenta su poderoso potencial creativo y su experiencia en la implementación de los programas Tu-22M y Tu-144, la oficina de Túpolev fue asignada para trabajar en el nuevo portamisiles estratégico.
La aviación civil
En el ámbito de la aviación subsónica civil, Alexéi Túpolev siguió trabajando en aeronaves que incorporaban los últimos logros de la aerodinámica subsónica, sistemas de vuelo y navegación cualitativamente nuevos, sistemas de control, nuevos motores económicos y de bajo ruido. Así aparecieron los proyectos del avión Tu-204\214 y del avión de corto alcance Tu-334, que debían cumplir con los requisitos del siglo XXI.
Por sugerencia del presidente de Rusia, los constructores de aviones volvieron a trabajar en la posibilidad de crear un avión supersónico civil basado en la experiencia del portamisiles Tu-160.