El carnívoro le había robado a la serpiente una cría de impala que el reptil había logrado capturar para comerse. Según Joubert, era la primera vez en su carrera que veía a una pitón con un impala capturado. El reptil vigiló cada paso de la hiena que se acercaba a él mientras se aferraba fuertemente a su víctima. Finalmente el depredador pudo arrebatarle el trofeo de solo un tirón.
"¡Me sentí eufórico! En 13 años de trabajo como guía, nunca había visto algo así", señaló el hombre, agregando que "le decepcionó" el hecho de que la pitón perdiese su trofeo tras haberse esforzado tanto en capturarlo.