La nación escandinava busca utilizar un total de 37.000 millones de dólares: una suma sin precedentes que es cuatro veces superior al récord anterior establecido en 2016. Es la primera vez que el Gobierno noruego está dispuesto a utilizar recursos mayores que lo que ese fondo de un billón de dólares suele generar en flujo de dividendos y pagos de intereses.
"Obviamente es un evento histórico. Pero también atravesamos una crisis que carece de paralelismos históricos. Ilustra el doble golpe que ha afectado a la economía noruega, con repercusiones causadas tanto por las medidas de contención [del coronavirus] como el colapso del precio del petróleo", comentó a Bloomberg la estratega en jefe del banco SEB, Erica Dalsto.
Es probable que Noruega se enfoque en la venta de bonos de ese fondo. Dicho desenlace se deberá al hecho de que el país necesita aumentar su tenencia de acciones después de que su volumen cayese por debajo del nivel objetivo establecido en el 70% en la cartera total de activos del fondo.
Sin embargo en 2020 la situación ha cambiado por completo. Ahora, el país escandinavo espera gastar una suma récord de ingresos petroleros en paquetes de rescate para poder apoyar su economía. El Gobierno predice que el flujo de caja neto obtenido gracias a las actividades petroleras disminuirá un 62% hasta situarse en poco más de 9.628 millones de dólares, el nivel más bajo desde 1999.
Hace un tiempo Noruega aprobó una regla fiscal que establece que la nación no debería retirar recursos que superasen el 3% del valor total del fondo en el plazo de un año. Pero pudo pasarse un poco de ese límite para ayudar a tapar los agujeros presupuestarios durante las recesiones. Se espera que este año su Gobierno gaste un 4,2%, lo que superará el límite establecido por primera vez desde la crisis financiera de 2009.