Se precisa que el ataque tuvo lugar la noche del 10 al 11 de mayo. Los talibanes atacaron un puesto de control en el distrito de Alishing y se produjo un enfrentamiento con las fuerzas de seguridad.
Las fuerzas de seguridad hicieron retroceder a los atacantes, que sufrieron "fuertes bajas", según el medio.
A su vez, un integrante del consejo provincial, Gulzar Sangarwal Neyazi, citado por el medio, afirmó que al menos 22 miembros de las fuerzas de seguridad afganas fallecieron en el ataque, y que "decenas de vehículos de las fuerzas de seguridad fueron dañados".
Afganistán vive una situación de inestabilidad debido a los ataques que lanzan los talibanes y, desde 2015, el grupo terrorista ISIS (autoproclamado Estado Islámico, proscrito en Rusia), pese a la fuerte presencia militar de EEUU y sus aliados.