"En los años de la Segunda Guerra Mundial los pueblos de la Unión Soviética, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, China y otros países, pese a todas las contradicciones, diferencias sociales y políticas, supieron encontrar las posibilidades y las vías para la cooperación política, económica y militar para el objetivo común – lograr la victoria sobre el fascismo", resaltó el también embajador concurrente en El Salvador y Honduras.
El diplomático advirtió que la efeméride no debe ser pretexto para la confrontación, ni servir para ajustar viejas cuentas o revivir ofensas mutuas, pero igual reclamó respeto para la verdad histórica, ante los múltiples intentos de reescribir y disminuir el papel decisivo del Ejército Rojo en la derrota del fascismo.
"Aún más se observan tentativas de glorificar el nazismo y desprestigiar los nombres de auténticos héroes, destruyendo monumentos y placas conmemorativas en su honor. Nuestro deber es conservar la verdad histórica, pasarla a las nuevas generaciones, a nuestros hijos(a)s y nieto(a)s, para que aquella tragedia mundial nunca se repita en la historia de la humanidad", alertó.
El diplomático destacó que tras la invasión nazi a la Unión Soviética, en diciembre de 1941, los gobiernos de Nicaragua, El Salvador y Honduras se sumaron a la coalición anti-hitleriana, e incluso formaron parte de los convoyes árticos que abastecían de armas y suministros a las tropas aliadas.
"La victoria en la Segunda Guerra Mundial condujo a la liberación de los territorios de muchos Estados europeos ocupados por la Alemania Nazi, y también influyó de manera importante al desarrollo de los acontecimientos de posguerra", destacó Budáev.
Rusia celebra el 9 de mayo los 75 años de la Victoria sobre los invasores nazis, colofón de una gesta conocida como la Gran Guerra Patria, que culminó con la rendición incondicional de Alemania, punto final de la Segunda Guerra Mundial en Europa.