"No tengo el dato exacto de los sospechosos, pero los que dieron positivo son 71, y tenemos dos bajas, dos pérdidas de vidas humanas que lamentamos mucho", dijo a reporteros el ministro de Gobierno, Arturo Murillo.
Un teniente que trabajaba en labores de control de la cuarentena en la ciudad de Santa Cruz (este) falleció el 3 de mayo en un hospital de esa ciudad tras contraer COVID-19, 11 días después de que un sargento del mismo distrito se convirtiera en la primera víctima de la pandemia en esa urbe, la más infectada del país.
Los policías, como los trabajadores de salud, se quejaron repetidamente por la falta de equipos de protección personal para realizar su trabajo.
"La Policía boliviana estoicamente enfrenta a este mal en primera línea (…) sin el apoyo de seguridad y bioseguridad necesarios", dijo esa asociación.
Murillo respondió este 4 de mayo a ese pronunciamiento afirmando que "hay gente irresponsable que quiere desunir a los efectivos [policiales]" pero sin dar respuesta a los pedidos de equipos de protección para los uniformados.
Sobre los militares contagiados también mientras cumplían labores de control del confinamiento general, no había un reporte actualizado desde que la semana el Gobierno informara que sumaban 10.
En el sector sanitario, hasta la semana pasada se habían registrado 54 contagios, según informes del Ministerio del área.
