Según el ministro de defensa israelí, Naftalí Bennett, el ascensor tiene por objetivo permitir la entrada a las personas discapacitadas "en este importante lugar del patrimonio judío".
De acuerdo con los términos impuestos por Israel en 1997, la Autoridad Palestina, a través del ayuntamiento palestino de Hebrón, debería aprobar este tipo de obras.
La autoridad sobre la mezquita, sin embargo, se la reservó el Ejército, que en numerosas ocasiones de los últimos años había pedido construir el ascensor sin que el ayuntamiento lo autorizara.
Los colonos judíos y numerosos activistas nacionalistas judíos llevan años pidiendo la construcción del ascensor para facilitar el acceso a personas discapacitadas que ahora tienen que subir unas largas escaleras para llegar al santuario.
El ejército procederá ahora, con el visto bueno del primer ministro Benjamín Netanyahu, a expropiar tierras palestinas para construir el ascensor.