En concreto, la previsión del Gobierno español es que en el conjunto de 2020 se produzca un desplome del 9,2% a causa de la crisis del coronavirus, seguida de una rápida recuperación con un crecimiento del 6,8 para 2021.
"Este segundo trimestre se registra la caída más intensa previéndose la paulatina recuperación de la actividad económica a partir de la segunda parte del año hasta alcanzar una fuerte tasa de crecimiento en 2021", señaló en rueda de prensa la ministra de Economía y vicepresidenta tercera del Gobierno, Nadia Calviño.
Solo en los tres primeros meses del año —con apenas 15 días de confinamiento en ese periodo— la economía española cayó un 5,2%, según datos del Instituto Nacional de Estadística, lo que marca una línea descendente confirmada por las previsiones del Gobierno para el conjunto del año.
A principios de año el Gobierno estimaba que el déficit se situaría en un 1,8% del PIB al cierre del ejercicio, pero las nuevas previsiones aumentan el porcentaje hasta el 10,34%.
Por su parte la previsión de paro para finales de 2020 aumenta desde un 13,6 hasta un 19%.
En cuanto al endeudamiento, el nuevo cuadro económico sitúa los niveles de deuda de las administraciones públicas en un 115,5% del PIB.
"Evidentemente son cifras que reflejan la gravedad de la crisis que atravesamos, pero también son números que denotan el esfuerzo de las administraciones por mitigar el impacto", dijo la portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, sobre el aumento de déficit y la deuda.
La debacle se dejará sentir también, entre otros indicadores, en una contracción del consumo de los hogares (-8,8%) y de forma especial en una caída de la inversión (-25,5%) y las exportaciones (-27,1%).