"No se ha producido un desastre humanitario en ninguna región de Rusia", afirmó, agregando que, "lamentablemente, varios estados de EEUU, sobre todo Nueva York, tienen una catástrofe humanitaria".
Precisó que la crisis del sistema de sanidad en EEUU es "un evento muy triste", lo que Rusia logró evitar.
Peskov recordó que en medio del brote del coronavirus en Nuevo York el presidente estadounidense, Donald Trump, lo admitió directamente en una conversación con el líder ruso, Vladímir Putin, que, por su parte, prometió enviar ayuda.
"Tomamos a tiempo las decisiones de introducir el régimen de confinamiento, emprendemos los esfuerzos bastante eficientes para convencer a los ciudadanos de que se queden en casa; logramos aumentar efectivamente y rápidamente el número de camas para pacientes con coronavirus", precisó Peskov.
Peskov expresó su esperanza de que el número de infectados en Rusia deje de crecer, aunque subrayó que mucho dependerá de la disciplina de los ciudadanos durante los días festivos entre el 1 y el 11 de mayo.
También el portavoz del Kremlin indicó que Rusia desarrolló las pruebas del coronavirus que son mejores que sus análogos extranjeros, aunque advirtió que cualquier test tiene cierto margen de error.
En este contexto, Peskov declaró que se puede confiar en el balance oficial del COVID-19 en Rusia y que no está subestimado.
"Por supuesto, es posible que haya algunas discrepancias en los datos de los diferentes departamentos, no se puede descartarlo, pero en general, por supuesto, confío" en la estadística, dijo.
"El riesgo de una nueva ola (de la enfermedad) es muy grande, (...) se requerirán unas decisiones muy equilibradas, bien pensadas y coordinadas con expertos", indicó.
Rusia dispone de capacidades suficientes para paliar el impacto de las crisis económicas globales como la actual, afirmó el portavoz.
"Las capacidades son suficientes para amortiguar cualquier consecuencia negativa de las crisis económicas mundiales [...] y mantener la totalidad de los compromisos sociales, por difíciles que sean las nuevas condiciones", manifestó Peskov.
El representante del Kremlin opinó que "la profundidad de la crisis derivada de la pandemia de coronavirus difícilmente se presta a un análisis de precisión".
"No creo que haya economistas capaces de predecir ahora con un alto grado de exactitud las crisis que habrá ahora —en uno, dos, tres o cuatro meses— en ciertos sectores de la economía", señaló.
Peskov mencionó en particular la incertidumbre que se mantiene en torno al restablecimiento de las conexiones aéreas internacionales.
"Podemos hacer cualquier tipo de pronósticos, pero nadie tiene una noción clara", constató.
Respondiendo a los que critican al Kremlin por prestar ayuda humanitaria a otras naciones en un período difícil para Rusia, Peskov alegó que "la asistencia a otros Estados se proporciona siempre en función de las posibilidades y sin que afecte a las prestaciones que necesitan los rusos".
"Es una constante absoluta que siempre se está teniendo en cuenta. Todos los países actúan de la misma manera", resaltó.
En Rusia se han registrado hasta la fecha unos 99.400 casos de contagio del nuevo coronavirus, incluidos 972 letales.