El 27 de abril el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, nombró a Tareck El Aissami, vicepresidente sectorial para el Área Económica, como nuevo ministro de Petróleo y a Asdrúbal Chávez (primo del expresidente Hugo Chávez, 1954-2013) como nuevo presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA). El Aissami y Chávez sustituyen a Manuel Quevedo, quien ocupaba ambos cargos desde 2017.
"Esta sustitución se pedía, teniendo en consideración que los problemas de PDVSA vienen desde lejos y que la dirección anterior de la compañía, encabezada por el general Quevedo y los otros gerentes, al perecer no cumplía sus tareas de aumentar la producción petrolera y reducir la corrupción en la compañía", dijo Rosental.
El experto subrayó que "la cuestión ahora es si la nueva dirección podrá cumplir con esas tareas, en particular en el contexto de las sanciones económicas".
Rosental apuntó que Maduro decidió romper con la práctica de designar a una misma persona a los cargos de ministro de Petróleo y presidente de PDVSA.
"Se trata de un enfoque más cauteloso, de esta manera un funcionario no obtiene demasiado poder", señaló el experto ruso.